A lo largo de los siglos, los artistas han presentado los relatos evangélicos en su mismo tiempo.
Se representa el nacimiento de Jesús en estancias de ricos comerciantes italianos o flamencos, en estancias monásticas como en Fra Angélico. Brueguel pinta una aldea nevada de su tiempo en "Censo en Belén" y a San Jo´se, portando un serrucho, a su espalda. Rembrandt pinta el nacimiento de Jesús representando los establos de su época o pinta a la Sagrada Familia en habitaciones, donde Rembrandt pudo vivir. Veronés pinta a los personajes de "Boda de Canaán" en un palacio veneciano.
Y lo que quiere decir esto, es que ya no importa el espacio ni e tiempo, porque Cristo ha venido para todos, para los que vivieron antes, para los que viven ahora y para los que vivirán después. Por eso, en este cuadro, se presenta el nacimiento de Jesús a varias personas de distintas generaciones, vestidas con ropa de nuestra época, dentro de un establo.
Y también, quiere decir que el hombre, en cada época, construye en relación a una experiencia histórica y trascendente, conociendo cómo, en realidad, funciona el mundo, manteniendo el recuerdo de que algo importante ha sucedido y que contribuirá a la salvación del hombre
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